Buyer persona e influencers: conoce a tus potenciales clientes

Cuando hablamos de Buyer persona hacemos referencia a la creación del perfil de ese cliente ideal que podría comprar cualquier producto que una empresa lance al mercado.
Podemos pensar que se trata de un público objetivo y, de cierta forma, lo es, pero una de las grandes características en las que se puede diferenciar del buyer persona es que este último nace del estudio profundo y detallado de los aspectos socioeconómicos, demográficos, profesionales, de la vida cotidiana, y otros datos que pueda aportar valor.
El objetivo de recabar esta información es conocer de tu audiencia sus inquietudes, necesidades, motivaciones y los intereses para que tu marca le presente con mayor éxito lo que ella necesita. Por eso algunas veces puedes sentir que cierta empresa hizo una publicación, creó un producto u ofrece un servicio que se ajusta justo a tus necesidades, a lo que querías, y responda todas tus preguntas. Sientes, incluso, que estás siendo vigilado constantemente, aunque no sea del todo mentira.
¿Buyer persona para tu empresa?
Aunque la creación de ese cliente ideal puede ser exhaustiva, también puede generarte muy buenos resultados porque la segmentación será tan precisa que favorecerá el enfoque de tu estrategia en ese grupo –aunque parezca pequeño-.
Serán tan precisas tus campañas y promociones que generarán respuestas instantáneas. Es importante que tengas una imagen clara de cómo sería tu cliente ideal y cómo sería el producto que quieres presentarle o de qué forma hacerlo, para orientar todos tus recursos y creatividad exclusivamente hacia él.
¿Cómo crear a mi buyer persona?

Como ya mencionamos, básicamente se trata de un trabajo minucioso de recolección de datos. Lo primero que debes preguntarte antes de iniciar cualquier estrategia de marketing es cómo sería ese cliente ideal, que compraría tu producto sin pensarlo. Para comenzar, puedes elaborar un cuestionario que te ayude a obtener la información.
Indaga cómo piensa, qué necesita, cómo es su estilo de vida, qué le gusta hacer, cuáles son sus principales preocupaciones o problemas, cuál es su nivel económico, qué aspira en la vida, en qué producto o servicio invierte más dinero, entre otros.
Si vas a vender, por ejemplo, patinetas, algunas características de ese cliente podrían ser: Marcos Rodríguez, 22 años de edad, practica el skateboarding, estudia artes en la universidad, le gusta escuchar música electrónica e indie, trabaja en una tienda de ropa, le gusta ir a las pistas de patinaje o a la playa en sus ratos libres… Y así construirás ese perfil al que dirigirás tu producto.
Debes ponerte en los zapatos de tu audiencia para comprenderla lo más que puedas. Cuando el cliente se dé cuenta de que tú conoces lo que vive y cómo vive, despertará empatía por tu marca e indudablemente se convertirá en un cliente fiel. Puedes recurrir a entrevistas, formularios web, encuestas y análisis realizados mediante sus perfiles en las redes sociales.
¿Y dónde entran los influencers?
Todos sabemos cuál es el poder que tienen los influencers y también sabemos –o deberíamos saber- que se convirtieron en los grandes aliados de las empresas al momento de promocionar algo nuevo.

¿Por qué? La gran cantidad de personas que siguen a los famosos en las redes sociales la convierten en un campo que se puede explotar al máximo: muchos de los usuarios sienten tanto apego y cercanía por esas personas que son capaces de comprar cualquier cosa solo porque alguien famoso lo está recomendando.
Los influencers les hacen creer a sus seguidores que de verdad compraron el producto, que no existe una mejor opción en el mercado, y que por eso quieren que todos los usuarios que lo conocen tengan una experiencia tan satisfactoria.
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Cuando segmentas aún más a tu público objetivo, cuando surge tu buyer persona, y sabes a ciencia cierta en qué dirección vas a enfocar tu campaña, se te hará más fácil escoger a un influencer –en caso de que forme parte de tu estrategia- para que ofrezca lo que quieres ofrecer.
Lo que vendes, quién lo ofrece
No se trata de una selección a la ligera, aquí también debes hacer un estudio porque no es lo mismo que selecciones a un chef para promocionar tu nueva patineta, a que escojas, por mencionar alguno, a un tatuador muy reconocido.
Conocer al público al que te quieres dirigir te ayudará a calar más en ese grupo y tendrás mejores respuestas. Necesitas aplicar algunas de las herramientas que ya te mencionamos para que recabes toda la información que necesitas y comiences a tener un perfil claro de cómo sería tu cliente potencial.
Uno de los motivos por los que una persona elige siempre lo que ofreces –sea bueno o no- es el cariño que desarrolla hacia tu marca por todo el entendimiento y emoción que le has hecho sentir. Ten en cuenta que ellos, en muchos casos, no solo compran un producto, también compran la atención y los sentimientos.
Redacción por: Luis De Jesús.